- Colorantes químicos
- Propilenglicol
- Acido esteárico ni otras grasas de origen animal
- Derivados del petróleo
- Aceite mineral ni grasas de alto peso específico obstructoras de los poros
- Rellenos ni abrasivos sintéticos
- Parabenos ni formaldehídos
La bentonita se origina de la ceniza volcánica. Su composición atómica posee la habilidad para captar y atraer distintas toxinas, purificando la piel y permitiendo su sana reconstitución.